Racha sin perder rota para el Sevilla. El cuadro de Xavi García Pimienta cayó con rotundidad contra el Barcelona en un litigio en el que solo fue con la capacidad de aguantar hasta el reposo y en el que después evidenció que sus faltas son muchísimas y que puede tener complicaciones si las cosas no le salen bien de aquí en el final de la temporada. Por el hecho de que los blancos ni siquiera fueron capaces de molestar a su rival cuando este se quedó con un futbolista menos por la expulsión de Fermín.
Pero nada de nada, ni solo una ocasión de gol en el momento en que jugaron once contra diez, apenas un disparo lejano de Badé y otro tiro de Suso simple para Szczesny. Muy poquito en el momento en que una situación del partido te permitió la opción de pelear por recuperar por lo menos un punto en frente de uno de los colosales de esta Liga. Es la consecuencia de una planificación, palabra que no semeja estar en el vocabulario de José María del Nido Carrasco y de Víctor Orta, pésima en este mercado de invierno recién concluido.
El Sevilla, sin embargo , iba a protagonizar una buena primera mitad en líneas generales más allá de que el comienzo del encuentro , con el gol simple de Lewandowski tras un paradón de Nyland a Lamine Yamal (7’), y con las adversidades para proteger el aluvión de córners en pos de los azulgranas. Ese aguacero parecía que podía romper en tormenta, sobre todo cuando el máximo goleador de la Liga remataba a placer , ante la débil defensa de Juanlu, una pelota tocada de cabeza por Íñigo Martínez imponiéndose asimismo con claridad a Saúl Ñíguez.
Pero el fútbol tiene ocasiones inopinadas y el Sevilla tardó muy poco en reponerse a ese primer golpe del tanto barcelonista. El saque de centro, lógicamente , fue hacia atrás y los sevillistas lo condujeron al costado. Allí Lukébakio, con la lección muy aprendida, procuró la irrupción de Saúl Ñíguez para romper el fuera de juego que traza Hansi Flick en este rutilante Barcelona. De repente había tres futbolistas del Sevilla a solas delante de Szczesny y era una ocasión muy clara para empatar.
Saúl Ñíguez supo esperar al momento oportuno y se saltó el peldaño de Isaac, que era el que llegaba por el centro, para ponerle la pelota a Vargas a placer. El suizo le pegó fuerte y con calidad y el Sevilla igualaba apenas segundos después del cero a uno. Eso, como es natural , sirvió para darle seguridad a los nervionenses en su plan de juego y si bien el Barcelona siguió amedrentando la defensa delante de Nyland cada vez parecía más ajustada y asimismo las salidas a la contra.
Tanto que Isaac tuvo una opción de gol muy clara en el minuto 16, en el momento en que se volvió a plantar a solas enfrente del guardameta polaco tras un gran pase de Pedrosa. Pero el ariete de Lebrija le dio al aire en su búsqueda de golpeo y por ahí se difuminó la segunda llegada clara de un Sevilla que se encontraba concebido por su entrenador bajo el dibujo de 1-4-4-2 muy claro.
Saúl Ñíguez era en esta ocasión el segundo delantero en pos de hacer más eficiente la presión de Isaac y también para ofrecerle algún susto a los barcelonistas, cosa que logró , en las salidas a la contra. Sow, mientras , formaba un doble pivote con Gudelj para acumular piernas por el medio para, por lo menos , obstaculizar los intentos de composiciones de los catalanes.
El Sevilla fue medrando y tuvo otra opción clara en un remate acrobático de Lukébakio que mereció considerablemente más que dirigirse al cuerpo de Szczesny, que ha podido repeler la pelota (45’). Todo terminaba en ese primer acto en tablas y solo quitaba entender si los anfitriones serían capaces de soportar en el esfuerzo que estaban haciendo ante semejante coloso a la hora de generar fútbol combinativo.
Y le iba a durar poco tiempo las opciones al Sevilla, en concreto un minuto, que fue lo que tardó Fermín tras su ingreso en el campo en aprovechar las comodidades protectoras que dan siempre y en todo momento los zagueros sevillistas. Un centro teóricamente simple para Kike Salas y para Nyland, que lo ven de cara, y ninguno de los dos llega a interceptarlo. Fermín, que acababa de ingresar en el campo, agradece las facilidades y remata completamente a exitación a fin de que el Barcelona esté por enfrente ya toda la segunda mitad.
El Sevilla no dio su brazo a torcer inicialmente , aun iba a haber un gol anulado a Vargas por un doble fuera de juego tanto del chileno como de Lukébakio en el origen de la jugada, pero después iba a probar su precariedad, especialmente cuando Fermín era expulsado por una durísima entrada a Sow a causa de la sugerencia del VAR con mucho más de media hora de juego por delante. En esos momentos ahora estaba el marcador en 1-3 tras un zapatazo desde la frontal del área, otra vez mal defendido por la zaga sevillista, de Raphinha.
Eso sí, justo antes hubo una jugada que ha podido modificarlo todo, o mejor retrasar el triunfo del Barcelona. Sow tuvo una situación para rematar a exitación y fue empujado por Koundé en el área. El penalti parecía claro, pero Hernández Hernández, que después sí expulsaría a Fermín, no lo comprendió así. Por consiguiente , prácticamente en exactamente la misma acción se pasaba de un posible 2-2 en un penalti al 1-3 que sería definitivo en el próximo ataque.
Y desde ese momento lo que sí se verificaría sería la impotencia de un Sevilla completamente incapacitado para hacerle por lo menos cosquillas a un Barcelona con diez futbolistas. Fue un querer y no poder a lo largo de media hora extendida que aun concluía con un gol más encajado con superioridad numérica.
El Sevilla evidenció que tiene muy poquito donde arrascar en pos de soluciones. Es verdad que jugaba contra el Barcelona, pero García Pimienta iba a recurrir hasta a Suso y Marcao en su búsqueda de elecciones y el resultado, una vez más , fue nefasto. Por el hecho de que los sevillistas fueron lógicamente peores acorde iban mudando piezas y terminaron goleados y con malísimas sensaciones. Uno a cuatro , pitos en las gradas y la sensación de que las curvas pueden ser complejas de sortear en el trayecto de este Sevilla de José María del Nido Carrasco y Víctor Orta hasta el desenlace del presente curso.