Meritorio triunfo del Burgos CF en El Alcoraz frente a un Huesca que llegaba como líder y pleno de victorias en este comienzo liguero. Fue un partido muy abierto y cualquiera de los 2 equipos pudo haberse llevado la victoria, si bien en contraste a otros encuentros fuera de casa, esta vez se vio a un Burgos CF más dominador, que deseaba tener el balón, sin complejos ante el contrincante y con mordiente en ataque, más que nada por parte de Edu Espiau, que efectuó un encuentro encomiable en la recuperación de balón.
El partido se rompió a los 50 minutos, cuando Sancris recibió un fuerte golpe cerca del área y el Huesca se quedó con un jugador menos por roja directa a Vilarrasa. A partir de ese momento , el Burgos CF trató de dar un paso adelante si bien con cautela , pero logró el premio del gol en el minuto 78 con un enorme remate cruzado de Iñigo Córdoba que acabó en el fondo de la red. En los últimos compases del encuentro , el equipo de Bolo padeció considerablemente más de lo que se espera pero consiguió tres puntos de mucho orgullo que mantiene al grupo blanquinegro en lo alto de la tabla. El encuentro de el día de hoy llevaba al Burgos CF hasta tierras oscenses para medirse ante el líder de la categoría. Una SD Huesca de inicio inmaculado, y que tenía en el choque de esta tarde una prueba esencial ante los hombres de Bolo, que llegaban al Alcoraz con ambición y hambre de puntos para recobrar las mejores experiencias. El míster blanquinegro introducía cambios en el once inicial, y el aparato brincaba con defensa de 4 formada por Arroyo, López, Córdoba y Florian; centro del campo con Atienza y Morante; y ataque para Íñigo Córdoba, Sancris, Curro, y Espiau en la punta. Enfrente, una SD Huesca con puntales como Enrich, Soko o SIelva, prestos a proteger la posición de privilegio con la que arrancaban la día. El encuentro ofrecía 2 bloques dinámicos , que buscaban la llegada a misión en pocos toques, y que cargaban las áreas con buen número de efectivo en persecución del remate ganador.
El encuentro mostraba ritmo e intensidad en una primera mitad disputada y competida, y con opciones para ambos equipos. La pugna ofensiva alternaba situaciones de roturas al espacio, con pelea por el control del centro del campo como hilo argumental, y todo aliñado con numerosos duelos aéreos en la conquista de territorio enemigo. Espiau y Curro probaban los reflejos de un Dani Jiménez excelso en todos y cada intervención, y los intereses del Burgos CF se aproximaban al propósito. Por parte contrincante , Soko en sus internadas por derecha, y Enrich en la recepción de los envíos largos como referencia, personificaban lar armas mucho más claras de un contrincante intenso y veloz. Posesiones cortas, presión alta de ambos bloques, y salidas rápidas a las espaldas contrarias, servían como catalizadores de una primera parte que ofrecería opciones de gol en los dos marcos hasta el descanso.
El regreso de vestuarios traería buenas noticias para el grupo blanquinegro puesto que , en la primera acción del periodo , una gran robo de Sancris a Vilarrasa, iba a provocar la expulsión de este último por patada clara al agresor burgalés. Superioridad numérica y líneas avanzadas en busca del primer gol de la tarde, que los de Bolo intentaban lograr merced a su mejor dominio de los carriles centrales, con Curro como conductor de los avances en el espacio del diez. El encuentro no bajaba un ápice ni su tono, ni su ritmo, y las ocasiones continuaban brotando. Lisandro López hacía su ingreso de debut en la categoría, y Fer Niño reemplazaba al eficiente Espiau para ofrecer oxígeno y piernas a un bloque que mantenía su nivel de exigencia al máximo.
El paso de los minutos dejaba ver a un Burgos belicoso y propositivo, muy eficiente en todos sus movimientos, aunque sin suerte de cara a gol. Los visitantes procuraban por ambos costados su entrada en la pertrechada defensa altoaragonesa, y los blaugranas trataban de explotar la agilidad de Vallejo para avanzar metros. En este contexto, un centro de Sancris al corazón del área local, iba a salir rebotado a dominios de Íñigo Córdoba, que con un gran recorte sobre su par, iba a acomodarse la bola en pierna derecha para batir a Dani Jiménez con un latigazo. El tanto hacía justicia a lo visto sobre el verde, y ponía en ventaja a un Burgos CF que administraría su virtud hasta el final para batir al líder en su propio feudo, logrando una victoria de oro y su primeros tres puntos lejos de El Plantío.