El Villarreal superó con mucha comodidad su primera aparición copera en un duelo en el que goleó en la primera mitad y se dedicó a sestear en la segunda. Marcelino ahora dejó claro en la previa que la mejor forma de respetar al contrincante y a la competición era tomarse en serio el partido. Y lo hizo ahora de comienzo con un aparato identificable que sentenció el partido en la primera mitad y que bajó los brazos con el partido ahora resuelto.

La primera ocasión tardó siete minutos en llegar. Una internada de Pino que sirvió en boca de gol a Terrats que no pudo conectar un remate prácticamente en boca de gol. Fue el más destacable ensayo viable a fin de que , solo tres minutos después, exactamente los mismos protagonistas calcasen la jugada si bien en esta ocasión con final feliz para el mediocentro catalán.

A los amarillos les bastaba con jugar con el freno de mano puesto ante un Poblense que se mostraba excesivamente timorato. Los amarillos dejaban pasar los minutos esperando que el peso de su calidad acabase por desestabilizar el partido. Y en una de esas, una carrera de Terrats, en situación muy justa y que en caso de VAR hubiese requerido de revisión exhaustiva , habilitó a Ayoze a fin de que llegara el segundo. Fue el prefacio de la goleada antes del descanso : dos más del delantero canario, que sigue engordando números esta temporada, y el estreno del canterano Cabanes, firmaban la sentencia al partido en menos de diez minutos.

La segunda arrancó por los mismos derroteros. Marcelino reservó a Costa para hacer debutar al joven costamarfileño Valou. Gueye anotaba el sexto a centro de un inspirado Ayoze antes que el Poblense marcara el tanto del honor por medio de Aitor Pons en el minuto 67. Un tanto que pudiese parecer anecdótico pero que nutre una estadística a fin de que los amarillos se lo hagan ver : no han sido capaces de mantener la puerta a cero en ningún partido esta temporada, ni tan si desee frente a un contrincante de varias categorías menos.

El Villarreal se durmió en la última parte y fue el poblense el que tuvo la posibilidad de disfrutar de la posesión y de generar ciertas llegadas visibles para el aplauso local ante un Villarreal que, con el trabajo hecho y con uno menos por la lesión del canterano Pau Navarro, salió del partido bastante antes del final.