Jueves, Noviembre 21, 2024

El Girona supo rescatar este jueves un empate frente al Betis en un acercamiento que se le puso muy cuesta arriba por el tempranero tanto de Bartra a los seis minutos del inicio. Los ‘gironins’ fueron de menos a mucho más , hasta el punto de haber podido agregar algo mucho más frente a un cuadro bético que no estuvo fino en sus ocasiones.

No comenzó mal el cuadro gerundense, valiente en la presión adelantada, algo de lo que ya advirtió Míchel. Los catalanes atemorizaron a los tres minutos con un palo de Abel Ruiz en fuera de juego y el contratiempo llegó dos minutos después. Los visitantes, en el primer saque de esquina de los verdiblancos, encajaron merced al buen remate de Marc Bartra, llegando al primer palo y anticipándose a Blind, quien perdió la marca (6’). La mano de Gazzaniga no fue suficiente para despejar el balón.

El primero que lució el lumínico relajó la intensidad de los de Pellegrini, conscientes de que lo más bien difícil ya estaba hecho. A partir de ahí, buen posicionamiento, atajar espacios y explotar los errores del contrincante , algo que le sirvió a Ruibal tras el fallo de Arnau y que no acabó en males inferiores para los ‘gironins’ gracias a la salvada del arquero argentino. El Betis pareció arrimarse menos al área pero con intenciones más claras.

Las acometidas hacia la portería contraria no dejaron de llegar, tanto para unos como para otros. Eso sí, todas y cada una tímidas. Los catalanes insistieron por la banda de Bryan Gil, no muy bien recordado en feudo bético por su pasado sevillista. El uno contra uno del extremo dio paso a buenas acciones, pero faltó conexión, remate, tanto del propio Bryan como de los se encargaron de intentar cazar los últimos pases. Abel Ruiz, estrenándose como jugador ‘blanc-i-vermell’ tras llegar de los Juegos de París, no pudo poner énfasis ni sentirse cómodo. Con ello se llegó al reposo.

El Girona recuperó las señas de identidad que le caracterizaron a lo largo del curso pasado al volver del descanso. Fue claro dominador del juego y no dejó de llegar, tanto por dentro como por banda, pero la claridad que lograron en combinación contrastó con el poco fuelle por banda. Ahí estuvo la diferencia en relación a la campaña anterior , la determinación en las aperturas verticales. Bryan Gil no dejó de procurarlo ; dribló, chuto y asistió, pero sin suerte. La más clara llegó a la hora de partida con el remate de Abel Ruiz a pase del radical , encontrándose con la madera.

Los andaluces, tranquilos y a lo propio , fueron los primeros en agitar el árbol para proseguir aprovechando los fallos del contrincante que, más de una vez , apuntaron a un Oriol Romeu algo desubicado a nivel defensivo. Eso pero, no les valió para todo el choque, pues los catalanes terminaron encontrando agua en el pozo.

Como un genuino visionario, Míchel dio entrada a Iker Almena y Gabriel Misehouy. No necesitaron ni acoplarse al césped para ver la primera bicicleta en el área del canterano y el pase de la desaparición a fin de que el neerlandés pusiera las tablas (72’). El Girona cogió vida, la misma que el Betis, que volvió a la carga con una madera del Chimy Ávila en un claro contraataque.

La tensión y la impaciencia se apropió del partido y del contexto del mismo. Los dos contaron con acciones, aunque los visitantes volvieron a disfrutar de las más claras , comprando boletos para remontar el partido. Fekir asimismo deseó pujar en el descuento, pero los seis de añadido acabaron con el reparto de puntos en el estreno de catalanes y andaluces.

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