Uno de los más importantes inconvenientes del Deportivo Alavés la temporada pasada, a lo largo de la que llevó la etiqueta de recién ascendido, fue su desempeño lejos de Mendizorroza. A los babazorros les costó sobremanera puntuar a hogar , así como revela que su primer triunfo no llegara hasta el mes de enero, y tal situación , mucho menos preocupante en la segunda vuelta, transformó cada partido en Vitoria-Gasteiz en una final por la permanencia.
Esa debilidad, que define a la mayor parte de clubes, parecía haber perdido trascendencia en el arranque del vigente curso, pues la actuación en Balaídos, más allá de la derrota, fue más que positiva y, ahora en la tercera fecha, los de Luis García Plaza fueron capaces de asaltar Anoeta. La realidad , no obstante , es otra. De esta manera se ha visto en las últimas expediciones, en las que los albiazules han ofrecido una imagen muy diferente a la que les caracteriza en casa.
Son tres, específicamente , las derrotas consecutivas a domicilio que se han sufrido desde que se venció a la Real Sociedad y el denominador común en todas y cada una ellas es que el Alavés fué a remolque, tanto en el marcador como en el juego. Buena muestra de ello es la visita de ayer al Coliseum Alfonso Pérez, donde, aun a sabiendas del riesgo , los babazorros aceptaron competir en una narrativa muy favorable para el Getafe y acabaron pagándolo costoso.
Lo mismo pasó en el Santiago Bernabéu, si bien allí no acostumbra quedar otro antídoto por la magnitud del rival , y también en el RCDE Stadium, siendo el Espanyol un recién ascendido. Frente a los blancos y los pericos, eso sí, por lo menos hubo una reacción, la cual no se vio en el feudo azulón. Deficiente en ambos casos, eso está claro, pero capaz de endulzar dos actuaciones que podrían haber hecho mayor mella en la confianza del vestuario.
Entre los problemas que muestra el Alavés lejos de Mendizorroza, se puede destacar la debilidad protectora. Tal y como ha manifestado Luis García en múltiples ocasiones , no puede suceder que, marcando dos tantos de visitante, siendo esto un reto mayúsculo , el equipo vuelva a Vitoria-Gasteiz con la buchaca vacía. Y ya sucedió unos cuantos veces , cuando el curso pasado lo que caracterizaba a los albiazules era, exactamente , su seguridad atrás.
Once son los tantos , en cinco salidas, que ha encajado el Glorioso hasta ahora y sin goleadas por el medio , que son las que suelen desvirtuar los datos. Solo el Real Valladolid (15) ha recibido mucho más en LaLiga y, por el contrario , únicamente el Barcelona (15) tuvo mayor pegada que los babazorros (11) lejos de su estadio, como muestra de lo bastante que están lastrando los fallos defensivos. De los más destacados arriba, pero de los más flojos abajo.
Ofrecer uno o varios pasos adelante en ese sentido es el mayor reto de Luis García y su cuerpo técnico en la actualidad , mientras que continúan acoplando a las caras novedosas fichadas este verano. Por suerte , el técnico madrileño demostró que sus escuadras evolucionan a mejor conforme avanza el ejercicio, con lo que cualquier punto que se coseche a lo largo de esta fase inicial del campeonato puede ser útil para subir un peldaño más adelante.
Además , no debe ignorarse que, merced a la victoria frente a la Real Sociedad, el Alavés sostiene un mejor registro a hogar que la temporada pasada a esta altura. 2 puntos, tras empatar con el Celta y el Villarreal y perder con el Cádiz, Getafe y Rayo Vallecano, se sumaron en las primeras cinco salidas de la 2023-24 y uno más se tiene ahora. Dos a favor y seis en contra era, por otro lado , el cómputo de goles por ese momento.
Lo positivo es que ahora , antes de volver a accionar como visitante –será contra el Rayo, en la undécima día (26/10 , 16.15 horas)–, los gasteiztarras afrontan 2 partidos consecutivos en Mendizorroza para recuperar sensaciones. Increíblemente riguroso el primero de ellos, ya que reciben al Barça, pero favorable el segundo, en frente de un rival directo como el Valladolid, quien, además de esto , todavía no sabe lo que es puntuar lejos del Zorrilla.