La Real Sociedad llegaba con dudas al primer partido de la temporada. Y sale de su estreno liguero con mucho más incógnitas. La culpa la tiene un buen Rayo Vallecano, al que le salió su plan de partido a la perfección y fue todo lo intrépido que había prometido su entrenador, Iñigo Pérez, para hallar una victoria de muchos kilates a las primeras de cambio.
El aparato vallecano escarbó en las lesiones y las inquietudes de una Real con demasiados problemas defensivos. De Frutos y Camello dan alas al Rayo, que aprovechó sus oportunidades para llevarse tres puntos de oro. Para deleite de la grada, Zubimendi, suplente por unos problemas físicos, fue quien puso la esperanza al final con el 1-2 para una Real que fue presa de sus fallos , por el hecho de que es muy difícil pensar en ganar un partido de Primera contra cualquier rival si ‘obsequias ’ dos tantos tras dos saques de banda a tu favor. Eso solo deja en prueba que Imanol tiene bastante trabajo por delante. Y la Liga ya ha empezado.
El partido comenzó con el guion esperado , con una Real Sociedad intentando de llevar el peso del partido, pero con el Rayo Vallecano saliendo a apretar arriba, buscándole en campo contrario para eludir que los realistas brillasen con la pelota. La iniciativa era poner sobre el césped lo que había prometido Iñigo Pérez en la salón de prensa, un aparato valiente , vertical y ofensivo. Con Mikel Merino en la grada, con un pie prácticamente en el Armamento , después de ser formar parte en el homenaje que sucedió antes del partido, en exactamente el mismo día que se cumplían seis años de su debut como realista , los de Imanol Alguacil intentaban notar su ausencia lo menos viable , si bien no era simple. Turrientes y Brais Méndez se afanaban en esa labor , con la sorpresa de Urko Gonzalez de Zarate haciendo de Zubimendi. ¡Qué bueno que rechazara la oferta del Liverpool! Podemos continuar gozando en LaLiga de un jugador que es pura clase, como en la segunda parte.
Pero Merino es mucho Merino. Y en los duelos se apreció su ausencia en la salón de máquinas, pues la Real tenía menos solidez sin balón, y eso lo aprovechaba un Rayo que a pesar de jugar fuera de casa, quería ser asimismo personaje principal con el balón. Esa semeja que va a ser la señal de identidad del aparato vallecano en la temporada de su centenario. Salió muy fuerte el rayito y le propuso muchas inquietudes a la Real en la salida de balón. Pudo marcar Ratiu en la primera jugada del partido, pero le sobró la frivolidad de procurar rematar el uno contra uno con una rabona. Con el paso de los minutos, la presión alta del Rayo fue perdiendo intensidad, y la Real fue encontrándose mejor sobre el lote de juego, teniendo mucho más balón y llegando con más riesgo , pero le faltó precisión en último pase, con Becker y Kubo llegando con riesgo a línea de fondo. Le faltaron, eso sí, oportunidades , por el hecho de que sólo un buen Turrientes forzó a intervenir a Cárdenas, el meta Vallecano en el primer día de la temporada.
Parecía reaccionar la Real tras el descanso , al dar un paso adelante con el que tuvo varios acercamientos de relativo peligro sobre la portería de Cárdenas. Pero fue un deseo y no ha podido , pues el Rayo Vallecano ajustó bien sus líneas y enseguida igualó las fuerzas para empezar a llevar a cabo pequeños méritos para anticiparse en el marcador, singularmente sabiendo explotar los errores groseros de los donostiarras en defensa. Gumbau no acertó frente Remiro, pero el que informa no es traidor. Y a la siguiente llegada, Jorge De Frutos no excusó , con una jugada fantástica donde mareó al debutante Javi López y reventó la portería de Remiro.